Hace un tiempo que estoy pensando que tanto el autoconocimiento como la manera en que gestionas tu existencia es importante.
Pero, entonces, me entran dudas.
¿Trabajo en mi misma para adaptarme a un sistema de m*erda al que le importo una m*erda?
¿Cómo se encuentra el equilibrio entre cuidar de mí y decir “¡basta!” a la m*erda exterior?
¿Cómo puedo contribuir a cambiar este sistema sin que todas las emociones se me coman?
¿Quién sale ganando con todo esto?
¿Es el aforismo “conócete a ti misma” el nuevo opio del pueblo? ¿Céntrate en ti misma mientras los de siempre siguen haciendo m*erda y más me*rda a la que te tienes que adaptar?
¿Estoy contribuyendo yo, con la postura de que es importante conocerte a ti misma, con esta mano negra que intenta tenernos entretenidas mientras que, detrás de la cortina, hace y deshace a su voluntad?
Una vocecita me dice que no porque, al conocerte a ti misma, eres capaz de alzar la voz, de reconocer tus límites, tus valores y tu propio valor como individuo y eso hace que no aceptes todo lo que te dicen como la verdad absoluta.
Pero al final, ¿esto para qué sirve?
Si no actúo directamente, si no me uno activamente a ninguna causa, ¿lo que hago deja de tener valor?
Si me centro en conocerme a mi misma y a contribuir en el autoconocimiento de las personas a mi alrededor, sin ninguna acción “grande”, ¿estoy trabajando en connivencia con el sistema y siendo cómplice de esta opresión?
Mira que sería fácil ser una ameba y no pensar en todo esto y estar contenta mirando telebasura y ya…