Esto es lo que suena en mi cabeza cada vez que quiero compartir algo en el blog
(Si eres de mi quinta, seguro que en tu cabeza has cantado la frase xD)
Y es que a veces (casi siempre) mi cabeza va tan rápido que, cuando quiero sentarme para compartir contigo el tema en cuestión que tiene mi atención por completo en un momento determinado, ese tema ya es agua pasada, ahora el objeto de deseo es otro.
Eso hace que, si pasan más de dos días desde que tengo una idea, al pensar en compartirla ya la siento demodé. Porque para que no perdieran el momentum, eso querría decir que quizás habría días en los que publicaría 15 veces… y no volvería a publicar en meses.
Eso me genera cierta ansiedad, no lo voy a negar. Porque sí que quiero compartir esa idea pero, al mismo tiempo, yo ya no estoy en el espacio adecuado para sostener el diálogo que pueda surgir a partir del p0st… básicamente porque ya no es lo que más me importa en ese momento.
¿Y cuál es el resultado?
Pues que tengo unos 20 diseños en Canva preparados para compartir… pero para los que siento que, quizás, el momento ya ha pasado. Es decir, cuando yo voy, ellos todavía están aquí.
¿A tí también te pasa?