mujer con gafas rojas y flor de cerezo en la oreja

Hoy vengo un poco provocativa.

Hoy, te propongo que pases de la autoestima y que te conviertas en tu mejor amiga.

Últimamente se habla mucho de la importancia de la autoestima, de que si la autoestima es clave para tener una vida feliz, que si todas tenemos que trabajar para fortalecer la autoestima.

Pero, ¿qué es exactamente la autoestima?

Según la RAE, la autoestima es la “valoración generalmente positiva de sí mismo”.

Evidentemente, como todo en esta vida, todo es bueno en su justa medida. Si no tienes suficiente autoestima, puedes tener problemas psicológicos; y, si tienes demasiada autoestima también, como por ejemplo el narcisismo.

¿Y por qué digo que tener la autoestima por las nubes quizás no sea la clave para tener una vida “feliz”?

Pues porque muchas veces, con esta idea de autoestima va de la mano la idea de que ya no es necesario que nos esforcemos en crecer y expandirnos porque, como decía Alaska, “yo soy así, así seguiré, nunca cambiaré”.

Además, también conlleva la idea de que, si tenemos una autoestima alta, siempre estaremos contentas y nunca dudaremos de nosotras ni de lo que hacemos.

¡Siempre Happy! ¡Maravilloso!

Pero… ¿crees que eso es posible?

Yo, personalmente, no.

Y es más: sólo de pensar que tengo que estar siempre feliz y contenta y “happy!” me da una pereza…

Entonces, ¿qué te propongo?

Pues que cambies la autoestima por la autocompasión

Que no autoindulgencia. Tranqui, que ahora te explico la diferencia.

Cuando somos autoindulgentes, sentimos pena por nosotras mismas, porque creemos que todo nos pasa a nosotras y que no podemos hacer nada para cambiar las circunstancias. Sería como el “¿Quién me pone la pierna encima para que no levante cabeza?” elevado a la máxima potencia.

La autocompasión, sin embargo, está compuesta por tres partes

  • ser buenas con nosotras mismas
  • darnos cuenta de que todas somos humanas y
  • estar presentes

En el post de hoy, me voy a centrar en el primer punto.

¿Qué significa ser buenas con nosotras mismas?

Pues tratarnos a nosotras mismas de la misma manera que trataríamos a una amiga que está pasando por un momento difícil.

Si una amiga nos cuenta que se siente muy frustrada porque tiene muchas ideas pero se siente perdida porque no sabe por dónde empezar, que no encuentra su foco, que se siente un fraude… no empezaríamos a gritarle que es una inútil, que ya es grandecita y que va siendo hora de que se decida, ¿verdad?

Entonces, ¿por qué hacemos exactamente eso cuando nos hablamos a nosotras mismas?

Puede que lo hagamos porque pensamos que, si nos damos caña de esta manera, nos pondremos las pilas y haremos algo.

Pero dime, ¿cuántas veces te ha funcionado? Porque a mi no me ha funcionado nunca y después de mi sesión de automachaque, todavía me siento peor y el bucle empieza otra vez porque me machaco por sentirme peor porque no debería sentirme mal…

Así que aquí viene una propuesta revolucionaria que quiero hacerte 

Cuando empieces a notar que tu voz crítica ha cogido el megáfono y empieza a gritarte cosas no demasiado bonitas

1) Piensa en una amiga que haya pasado por una situación similar y recuerda cómo la trataste:

qué le dijiste, cómo te sentiste… Puedes escribirlo si te resulta más fácil.

2) Piensa en ti como si fueses tu amiga

Dite lo que le dijiste o lo que le dirías si estuviera en tu lugar.

3) Finalmente, toma nota 

¿Cómo te sientes? ¿Cómo te ves a ti misma? ¿Qué decides hacer a partir de ahora?

Este es un ejercicio que vengo practicando desde 2016, cuando leí el libro Sé amable contigo mismo: El arte de la compasión hacia uno mismo de la Dra. Kristin Neff.

Como todo en esta vida, es un proceso y hay momentos que entro en el bucle de la autocrítica y me cuesta salir.

Pero para eso trabajo con coaches, porque cuando hablo sobre lo que me pasa y lo veo desde otra perspectiva, siempre acabo encontrando maneras de dar el siguiente paso.

Y tú, ¿qué haces cuando entras en el bucle de la autocrítica?

Me encantará leerlo en los comentarios.

¿Te gustaría experimentar cómo es una sesión de coaching conmigo?

Te ofrezco hacer un café conmigo para crear una Matriz de Prioridades y veas si el coaching es para ti o no. Invito yo (^^)

¡Ahora es tu turno! ¡Ayúdame a compartir!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *